Boletín electrónico Domingo 02 de julio 2023. ¡Buen domingo! ☀️ Hoy quiero compartirte la historia de Carolina, una dirigenta nueva y apasionada del Club Social y Deportivo El Junco de La Esperanza. Advierto que viene un texto extenso pero sabroso. Carolina comprendió desde un inicio la importancia de la comunicación y cómo esta puede unir a una comunidad. Encontró en "Tres razones por las que un club debe comunicar" la semilla que germina la confianza y la participación de sus socios/as. El bienestar de las y los jóvenes siempre ha sido el motor que impulsa a El Junco de La Esperanza. Con la guía de alimentación saludable y el enfoque en la salud integral, Carolina cuidó el cuerpo y el alma de su club. Con visión y determinación, trazó el rumbo del club con un plan estratégico, donde cada paso es un latido de esperanza y cada meta alcanzada es una victoria compartida. Sin embargo, Carolina se enfrentó a un desafío inesperado cuando algunos socios comenzaron a expresar preocupaciones sobre la transparencia en el manejo de los recursos del club. Hubo rumores de que las cuentas no estaban siendo del todo claras y algunos entrenadores se mostraron insatisfechos con el método de pago de sus honorarios. Ella sintió un nudo en la garganta, sabía que debía abordar esta situación con seriedad para no perder la confianza y el apoyo de socios y apoderados. Con valentía, se acercó a la Fundación Clubes y decidió modernizar el club digitalizando los pagos de las cuotas sociales, implementando una solución que brindara mayor seguridad y comodidad a los socios/as, y que a la vez generara un registro claro y confiable de los ingresos del club. Para eso, también solicitó la planilla Excel para un mejor control financiero y mantener cuentas claras. Así, Carolina presentó a los socios el nuevo plan estratégico, el sistema de pagos digitalizados y una planilla financiera que comunicó habitualmente. Explicó cómo estas medidas garantizarían la transparencia y el uso adecuado de los recursos, asegurando que cada aporte se destinaría al crecimiento y bienestar del club, fomentando la confianza en el manejo de los recursos. Además, Carolina se aseguró de cumplir con los requerimientos formales en su organización, encontrando en la guía sobre cómo iniciar actividades ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) el camino para continuar con pasos firmes. El reconocimiento a quienes dan lo mejor de sí por los niños/as y jóvenes no pasó desapercibido para Carolina. A través de la guía de trabajo formal sobre honorarios, protegió el alma misma del club: el bienestar de las dos entrenadoras. Carolina también modernizó las formas de recaudar recursos y buscar patrocinadores, adoptando tres ideas comerciales que mantuvieran la identidad del club y la limpieza de su camiseta. Finalmente, abrazó la cuota social como un nuevo camino financiero, donde profundizó la Economía Social y cada aporte es un gesto de esperanza para aquellos que sueñan con ser parte de una comunidad deportiva. Fue de esta manera que el Club Social y Deportivo El Junco de La Esperanza se ha convertido en un faro de unidad y transparencia para su comunidad. Carolina, con su espíritu incansable, supo tejer lazos de encuentro y confianza. Pues bien, hemos terminado. Si llegaste hasta el final de este boletín, te quiero confesar que, la historia de Carolina no es real, pero ciertamente podría ser la tuya. Porque tu club, tal como El Junco que se dobla, siempre puede resistir y seguir en pie. Y nuestra fundación puede ser tu apoyo. Cada herramienta y guía creada por Fundación Clubes (10 en este boletín) es un hilo que tejemos juntos, una red que nos conecta y una melodía que nos inspira a crear un Chile con más justicia social, menos individualismo y desigualdad. A través del deporte es posible. Con amor a los buenos clubes, nos leemos en dos domingos más.
José - Director de Fundación Clubes